La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) ratificó que todos los comercios deben aceptar en forma obligatoria los pagos con tarjeta de débito. Y que no pueden hacer descuentos o vender a un precio más bajo por pago en efectivo.

Esa fue la instrucción que el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray le dio a todos los funcionarios que participan del “operativo verano”. Sobre esa base, los comercios que no dispongan de los postnet correspondientes serán intimados y multados, con la posibilidad de ser clausurados si no cumplen con la intimación. La medida incluye a las estaciones de servicio.

 

La única excepción es para los pequeños comercios ubicados en las localidades de menos de 5.000 habitantes. En la AFIP le dijeron a Clarín que los comercios que estén en infracción se les inicia lo que se conoce como “punto fijo”: un funcionario de la AFIP se instala en el comercio y chequea que se facture correctamente todas las ventas. Además corrobora las ventas ingresadas con las ventas de periodos anteriores, a la vez que dispone de datos clave para fiscalizar las ventas futuras.

También la inspección se extiende al registro del personal. En esos casos, si hay personal no registrado, AFIP puede clausurar directamente el local.

En la AFIP ratificaron también que el pago electrónico rige para las ventas sin limite o piso, ya sea de 10, 50 o 100 pesos.

En tanto, la Agencia de Recaudación de la provincia de Buenos Aires (ARBA) ya realizó 7.500 inspecciones para controlar que los establecimientos comerciales y de servicioscumplan con la exigencia de aceptar pagos con tarjeta de débito. “Cuando en sus controles los fiscalizadores de ARBA detectan establecimientos que no aceptan pagos con tarjeta de débito, intiman al responsable del local y le dan un plazo de 10 días para instalar la terminal electrónica y evitar sanciones”, explicó en declaraciones radiales, el director de ARBA, Iván Budassi. Y agregó que luego ARBA “informa del incumplimiento a la AFIP, brindándole detalles de la situación del contribuyente”.

Según ARBA, cuando inspecciona algún comercio con los “puntos fijos”, la facturación sube entre un 300 y un 1000%. Del total de los comercios, el 60% acepta tarjeta. Aunque en los balnearios el 80% y el 70% de los gastronómicos no acepta pago con tarjeta

A su vez, un lector de tarjeta tiene un costo de $180 por mes con conexión telefónica y $230 el inalámbrico (Posnet).

Por cada operación la administradora de la tarjeta cobra un 3% si es de crédito y un 1,5% si es de débito, y la retención de impuestos. El consumidor tiene un reintegro del IVA del 4,13% en compras hasta $1.000, valor que se mantiene congelado desde 2001.

“Al pequeño comercio esta medida le origina problemas administrativos y financieros,por las retenciones de los anticipos de impuestos y por el diferimiento del cobro hasta la acreditación de los importes”, señaló a Clarín Carlos de la Vega, titular de la Cámara Argentina de Comercio.

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